Nuestra salud puede verse comprometida por muchos factores, día a día estamos expuestos a multitud de agentes contaminantes y estresantes, desde la contaminación ambiental, la alimentación artificial y las adiciones tóxicas, hasta un exceso de actividad mental o un choque emocional.
En condiciones normales, nuestro organismo posee un sofisticado sistema de detoxificación para neutralizar y excretar un determinado nivel de toxinas. Sin embargo, determinadas situaciones y hábitos de cada persona pueden provocar una sobrecarga o acumulación de toxinas que se manifestará en distintas alteraciones fisiológicas.
El hígado es el gran depurador del organismo, principalmente recibe la sangre del intestino a través de la vena porta, si funciona adecuadamente elimina el 99% de patógenos y toxinas. Si no es capaz de detoxificar completamente, las toxinas se acumulan en el sistema adiposo y nervioso pudiendo volver éstas a la sangre.
La consecuencia de esta sobrecarga en el organismo puede relacionarse con alteraciones leves, siendo la más común el cansancio y la falta de vitalidad, o, con estados agudos y crónicos de mayor gravedad: afecciones cutáneas (acné, psoriasis, dermatitis), episodios alérgicos, dolores de cabeza, digestiones pesadas, trastornos intestinales, estreñimiento y dificultad para dormir.
Por otro lado, no debemos olvidar que los desequilibrios nerviosos como ansiedad, irritabilidad, hiperactividad, estrés o inseguridad pueden interferir en las funciones depurativas del hígado y el riñón. Para el abordaje de estas emociones y evitar que interfieran en algunas de las funciones de estos órganos, es necesario aplicar remedios que actúen en la esfera mental y emocional de la persona. Tanto la homeopatía como las flores de Bach aportan la calma necesaria para gestionar el estrés y evitar que los conflictos emocionales puedan alterar la salud.
Para una depuración óptima del organismo, contamos con muchos preparados de fitoterapia en el mercado, pero hay que ser cauteloso y no dejarse llevar por las falsas expectativas que utilizan algunos preparados como reclamo.
Los más interesantes son los que combinan plantas de acción diurética y depurativa, que apoyen los filtros del organismo como el hígado, los riñones y el intestino.
A continuación detallamos alguna de las más indicadas para una depuración segura:
Diente de león. Actúa en el hígado y la vesícula biliar y estimula los riñones, facilitando la eliminación de toxinas por la orina. Su actividad diurética no tiene el efecto negativo de otros diuréticos que eliminan potasio del organismo, puesto que el diente de león es rico en este elemento y compensa la pérdida de este mineral. También es rico en nutrientes como vitamina A, C y el complejo B, que ayudan en las distintas fases depurativas del hígado. Indicada para el estreñimiento, problemas de piel y afecciones artríticas como la gota, retención de líquidos y malestar digestivo. Precaución en personas con cálculos biliares.
Rábano negro: Es uno de los alimentos más beneficiosos para el hígado y el aparato digestivo (estimula la producción de jugos gástricos y aumenta el peristaltismo intestinal). Sus compuestos orgánicos azufrados favorecen el drenaje del hígado y la vesícula biliar, lo que estimula la eliminación de desechos y toxinas. También destaca su acción diurética por su contenido en potasio de gran ayuda en la retención de líquidos.
Sus propiedades hepatoprotectoras lo hacen especialmente indicado en migrañas y desordenes digestivos de origen hepático, depurativo de la mucosa gástrica e intestinal y suave efecto laxante. Precaución en cálculos biliares.
Té Verde. Entre sus compuestos destaca su riqueza en polifenoles que actúan como potentes secuestradores de radicales libres, función de vital importancia por el daño oxidativo que se produce durante la detoxificación. También potencia la actividad de la glutation peroxidasa y otras enzimas antioxidantes en el intestino, el hígado y los riñones. Aumenta el metabolismo de las grasas por sus compuestos teofilina y cafeína, esto genera más radicales libres por lo que la acción antioxidante del té verde es muy necesaria.
Bardana. Es una planta muy empleada para los problemas dermatológicos como el acné, eccemas, hongos, etc…inhibe al staphylococcus aureus, la principal bacteria causante de las infecciones de piel. Es un gran purificador de la sangre. También tiene acción diurética y colerética ya que contiene inulina y ácidos fenólicos.
Ayunos de frutas y verduras. Las mejores épocas son la primavera y el otoño.
Las curas a base de zumos de frutas y verduras también son muy beneficiosas para descongestionar y alcalinizar el organismo, no conllevan ningún aporte graso, escasas proteínas y poco sodio, lo que favorece la diuresis. Tanto los zumos de frutas como los de verduras proporcionan muchas vitaminas antioxidantes y minerales revitalizantes como el potasio.
Para realizarlos, elegir un día de la semana en que la actividad física o mental pueda reducirse, muy importante para los órganos depurativos que queremos apoyar.
Estamos en otoño, una estación más que adecuada para una buena depuración.
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