Con la llegada del invierno las necesidades de nuestra piel cambian. Las inclemencias del tiempo, la sequedad ambiental, calefacciones a veces demasiado altas, son una amenaza para la piel dejándola reseca, agrietada y deshidratada.
La piel tiene su propio mecanismo de defensa natural, su capa mas profunda, la hipodermis, está formada por células grasas que se activan y se encargan de protegernos frente al frio y el calor. Lamentablemente esto no es suficiente y tenemos que echar mano de productos que nos ayuden a protegerla y mantenerla en buenas condiciones, especialmente las zonas mas expuestas como son el rostro, los labios y las manos .
Especial atención a las pieles secas y sensibles que tienen una capa superficial mas fina ya que se deshidratan y enrojecen con mayor facilidad.
Tan importante es la elección de los productos que te vas a aplicar externamente como integrar una dieta saludable rica en antioxidantes y ácidos grasos esenciales necesarios para mantenerla nutrida e hidratada.
Nuestros consejos
La limpieza facial es uno de los pasos mas importantes. Utiliza productos suaves que no la irriten, por la mañana y por la noche, aunque no te maquilles.
No salgas de casa sin haberte aplicado una crema de día hidratante que evite la perdida de agua. Si necesitas que lleve protección solar asegúrate que los filtros sean minerales y no lleve nano partículas.
Si necesitas reforzar la hidratación, te recomendamos el uso de un serum. Al ser de textura mas ligera penetra en las capas mas profundas de la dermis. El mejor momento para aplicártelo es por la noche ya que es cuando la piel, aprovecha para regenerarse. También puedes aplicarlo por el día junto con tu tratamiento.
Evita que tus labios se agrieten y corten por el frio con bálsamos ricos en ingredientes naturales que los hidraten en profundidad. La manteca de karité o de cacao evitarán que se deshidraten. Aceites como el de aguacate o almendras los mantndrá nutridos y la caléndula los calmará.
Las manos son las grandes olvidadas. Sometidas a agresiones constantes, utiliza productos específicos para esta zona que las calme y nutran en profundidad.
Si aún así sigues notándolas ásperas y resecas, un buen remedio es aplicarte manteca de karité pura, antes de irte a dormir. Ponte unos guantes de algodón, los resultados te sorprenderán.
Evita ducharte con agua demasiado caliente porque conseguirás que tu piel se reseque aún mas. Si te gustan los aceites puedes aplicarte, con la piel aún húmeda, un buen aceite vegetal de primera presión en frío.
Evita temperaturas superiores a 21 – 22 grados en tu hogar.
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