La aromaterapia se centra en el uso de los aceites esenciales para prevenir y tratar enfermedades. Fué René- Maurice Gattefossé, considerado el padre de la aromaterapia moderna quien creó este término y su significado, curar con plantas aromáticas. Dedicó su vida al estudio y la investigación de los aceites esenciales después de sufrir graves quemaduras que logró curar con aceite esencial de lavanda.
Con la actual pandemia del Covid-19, son muchas las opciones naturales que ofrecen una protección segura y eficaz frente a las infecciones, en esta ocasión hablaremos de los aceites esenciales considerados anti-infecciosos de amplio espectro, es decir, que actúan sobre numerosas bacterias, hongos, parásitos y sobre virus.
El relato “El Vinagre de los cuatro ladrones” nos muestra el alcance y poder antiséptico de alguno de estos aceites esenciales. Cuenta que en Toulouse, durante la epidemia de peste del siglo XVII, se detuvo a cuatro ladrones que se dedicaban a robar en casas de víctimas de la peste, lugares donde nadie se atrevía a entrar por temor al contagio. Para ello, se friccionaban manos y cara con un vinagre de plantas aromáticas de alto poder antiséptico ( romero, ajo, canela, clavo, tomillo y salvia, entre otros) sin llegar a infectarse.
Para centrarnos en los más adecuados por su acción antiviral destacamos los indispensables en nuestro botiquín:
Orégano (Origanum compactum). Actúa como un antibiótico sin destruir la flora intestinal. Es inmunoestimulante, estimulante general del organismo y antiparasitario. Útil para tratar infecciones, por vía oral.Por su agresividad sobre las mucosas se debe tomar en su versión encapsulada. No se debe usar durante el embarazo ni la lactancia. Tampoco en niños menores de 6 años.
Árbol del té (Melaleuca alternifolia). Se emplea en infecciones virales, bacterianas, fúngicas o parasitarias. En invierno se agradece su acción inmunoestimulante y su eficacia para tratar infecciones respiratorias y la gripe. Para su uso externo conviene diluirlo en un aceite vegetal portador, también añadiendo unas gotas a nuestro gel de baño o champú.
Tomillo tujanol (Thymus vulgaris quimiotipo tujanol). Este es un aceite esencial muy interesante empleado de forma externa e interna. Debido a su composición rica en monoterpenoles actúa como un potente bactericida y virucida. Es un excelente anti-infeccioso e inmunoestimulante. Autorizado en niños, a partir de 3 años (a partir de 6 años para la vía oral).
Ravintsara (Cinnamomum camphora quimiotipo cineol). Indispensable contra infecciones víricas. En invierno previene y trata gripes y resfriados. No es tóxico y se puede usar tanto por vía tópica como oral. Para beneficiarse de sus propiedades inmunoestimulantes y antivirales basta con aplicar 2 gotas de aceite esencial de ravintsara 3 veces al día durante un máximo de 3 semanas. Tras una semana de descanso, se puede volver a repetir. En niños, se aplican en la planta de los pies o en la espalda 2 gotas de aceite esencial mezcladas con 2 gotas de aceite vegetal, una vez al día.
Precauciones y consejos básicos
No se usan puros en la nariz, los oídos ni las zonas genitales. Lavarse bien las manos tras su uso. Mantener los aceites esenciales lejos de los niños. Los menores de tres años no deben tomarlos.
Por vía oral, las embarazadas o lactantes han de pedir consejo a un especialista antes de usarlos. El aceite esencial de menta piperita les está totalmente prohibido. Las personas alérgicas pueden aplicarse una gota de aceite esencial (o de una combinación) en el pliegue del codo antes de usarlos por primera vez. Si no hay reacción en 15 minutos, pueden seguir.
Otras aplicaciones de los aceites esenciales es añadirlos a un Difusor adecuado para este uso que mantendrá el aire limpio de agentes patógenos. Se ha comprobado que los virus son muy sensibles a las moléculas aromáticas: limón, eucalipto (Eucalytpus radiata), evitando de esta forma los contagios típicos de invierno.
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